Gracias a un famoso anuncio de la televisión, la frase de “vuelve a casa por Navidad” es algo que me acompaña desde la infancia.
Pero he de reconocer que, a pesar de mi gusto por el publicitado producto del famoso slogan, esta Navidad me ha hecho pensar en golondrinas.
Parece ser que las golondrinas se guían gracias a un muy desarrollado sentido de la orientación, que les permite, no sólo encontrar el camino en su largo viaje, sino incluso volver a encontrar el mismo nido que ocupaban. Y así he pensado que somos los seres humanos, por mucho que nos separemos del nido, siempre sabremos encontrar el camino a casa, y sobre todo cómo nos gusta recorrer ese camino en Navidad.