Acerca de Querida Tula

Mi nombre es Carmen, aunque a veces me llamen Tula.

Desde que uno de mis sobrinos empezó a usarlo para dirigirse a mí, Tía Tula se ha convertido en mi nombre de guerra familiar.

Me gusta, porque el simple hecho de oírlo, me aporta cariño y creo que en los tiempos que corren, los afectos y sus muestras, nunca son demasiados; así que no podía elegir un nombre mejor que el de Querida Tula.

Cuando decidí poner este proyecto en marcha, había un par de cosas que tenía claras, una era por lo tanto el nombre, y la otra, que quería un lugar donde poder ofrecer productos que aportasen, más allá de su propia belleza estética o su utilidad, la característica que aportan las cosas hechas a mano.

Aquí podrás encontrar productos realizados de forma artesanal, elaborados en talleres y obradores donde cada pieza, si la escuchas bien, te cuente una historia.

Su material es probable que te indique su procedencia, su utilidad las necesidad para la que nació, y lo más importante, una emoción, porque ha sido el resultado de un momento en el que una persona, con sus manos y su corazón ha dado lugar al nacimiento de esa pieza única.

Querida Tula